Desventuras y venturas de una madre primeriza

Historias breves vividas desde agosto 06 por una madre sin experiencia y su bebe dispuesto a aprender

jueves, 3 de marzo de 2011

Dos ogros tragones

Seguramente lo haya comentado en alguna entrada anterior, pero me reitero, y mis lagunas de memoria cada vez más grandes (ya son mas de cinco los que me han dicho que es por los embarazos, ???) asi que perdón si ya he presumido - quejado sobre los dos ogros tragones que tengo en casa. De A. ya tenía claro, después de cuatro años y medio, que comía como un adulto de 30. Pero de L. aún tenía dudas, hasta que la veo acercarse a las ocho de la tarde, como un drogadicto con mono, a la puerta del frigo para pedir un mujido de los suyos, que significa: "Dame algo de comer que me muero de hambre". 
Definitivamente, comprobado cada vez más que ha heredado ese bonito tipo tordo mio (cara fina y culo gordo), voy a irla mentalizando a esa vida de dieta y lucha interior por tener apetito a todas horas, que le espera. 
Hasta que cumplieron el año, su apetito voraz era recibido por todos con alborozo, pero ahora, he comprobado que pagamos una cuenta millonaria en los cargamentos de comida en supermercados.

viernes, 4 de febrero de 2011

Motivos para ser padres

Puedo entender a las mujeres y hombres que rechazan de plano tener hijos, es más, en algunos momentos de mi existencia, les envidio plenamente. Pero hay días o momentos, en que un gesto de A. o L. me devuelven mi fe en la capacidad de los niños para robarte el corazón. Esta noche me ha tocado entrar a darle el famoso Apiretal (que junto al Dalsy es como uno más de la familia. En urgencias, víctima de un gripazo + anginas, me preguntó la médico que antiinflamatorio tenía en casa, y mi marido y yo, al unísono, soltamos Dalsy...) a L., a la que he pegado ese gripón, que por cierto a mi me pasó A. La cuestión es que no cambio por nada en el mundo verla dormida en su cama, agarrada al osito, y levantar la cabeza entre sueños cuando la he movido. Es una sensación que nada puede igualar, y por desgracia, y esta vez no les envidio nada, no podran tener nunca todos aquellos que decidieron que un enano saltarín solo podía ser un obstáculo para su tranquila vida.

lunes, 10 de enero de 2011

La niña vaca

De repente, de un día para otro, me he empezado a agobiar con el tema del habla de L. No he querido o no he sabido darme cuenta, del retraso considerable que lleva en el inicio del habla. Dice unas 10 palabras, sueltas, y el resto se limita a comunicarse por gestos que van acompañados de un sonido tipo mugido de vaca. 
Hago memoria, y recuerdo que A. también tardó en hablar, y ahora sólo es posible callarle con algo de comida que llevarse a la boca. Esa es mi puerta de emergencia, acordarme del retraso de A. en utilizar palabras y comprobar cómo es su realidad ahora, pero es inevitable que me llene de preocupación ver a L. mirándonos con cara de "acelga" cuando intentamos que pronuncie una palabra nueva.
Además, sigue despertándose muchísimo durante la noche, y eso sí que no lo hacía A. Es verdad que al momento se duerme, una vez que le das un poco de agua, pero me preocupa criar a una niña que no va a ser capaz de dar una buena noche a sus padres hasta los 10 años.

miércoles, 5 de enero de 2011

Yo creo en los Reyes

Ni Nochebuena, Navidad ni Fin de Año, lo que más me gusta de Navidad son los Reyes Magos. Ya era así antes de ser madre. Me encantaba preparar los regalos, esconderlos, hacer juegos de pistas para mis hermanos. Pero es que desde que llegaron los enanos saltarines, he redescubierto mi lado infantil y puedo decir bien alto que "He vuelto a creer en los Reyes Magos"

Creo en ellos, porque sólo alguien mágico puede provocar ese estado de histería, alegría, intriga y responsabilidad que se crea en los niños los días antes del 5 de enero. Desde luego, considero que la calidad y cantidad de los regalos es lo de menos. Lo importante es creer firmemente que tres personajes y sus camellos se nos cuelan en casa, se beben y comen lo que les hemos dejado, y nos dejan unos detalles como agradecimiento. 
A. está como loco. L. no entiende aún de lo que hablamos. Hoy iremos a la Cabalgata, y veremos cómo reacciona L. Desde luego, el primer año que A. fue conciente de donde iba, tuvimos que aguantar una tarde de lloros, totalmente aterrotizado por esos tres personajes. Poco a poco fue tomando confianza y ahora es un fan de los Reyes Magos. 

Espero que a todos, estén donde estén y vivan en las condiciones que vivan, los Reyes Magos tengan la capacidad y la cordura de dejarles, aunque sea, un pequeño detalle. 

miércoles, 22 de diciembre de 2010

El castor de la Navidad

Por razones que desconozco, el colegio de A. ha decidido no hacer función navideña este año. La cuestión es que la solución ha sido que los niños de Segundo de Infantil vayan disfrazados de algo relacionado con la Navidad y que lleven dulce navideños para la merienda, chim - pon. 
Me ha dado mucha pena, porque el momento de la Navidad 2009 "El abeto está vacío" , con A. vestido con una bolsa verde de plástico llena de adornos, fue para recordar en la historia familiar. 
Creo que seguramente se haya mezclado que las señoritas hayan acabado un poco quemadas de la anterior intentona, y por otro, que algunos padres "gruñones", hayan dicho que ya está bien de pedir cosas, que los hay. 
Yo lo he vestido de pastor (o castor según se entienda) y para allá que le he mandado, con la mochila llena de polvorones. Antes le hemos hecho fotillos, de esas que servirán para que cuando tenga 30 años se avergüence de momentos friquis que sus padres le hacían pasar. 
Yo tengo fotografías vestida de algo parecido a una pastorcilla sui generis, que más bien vestida de lo que mi madre encontró por la casa...